Bienalados

Hacia finales del mes de julio llegó hasta el correo de librosynovelas, “Bienalados”el libro de Fátima Beltrán Curto.

Es una narración coral por la que van desfilando los diversos protagonistas de esta extensa obra que en mi opinión tiene bastantes influencias de ese realismo mágico, esa corriente iniciada en la narrativa de García Márquez, Jorge Luis Borges, o Miguel Ángel Asturias, Juan Rulfo o el gran Alejo Carpentier. Me atrevería a decir que Fátima Beltrán, es o ha sido, una seguidora de alguno de estos escritores. Tanto si ha sido así como si no, mi enhorabuena por “Bienalados”

Fátima Beltrán en “Bienalados” nos transporta a un mundo rural fuera del tiempo, y del espacio, “la guerra no ha pasado por Arrielo”, ni siquiera Arrielo está dónde el lector quiere imaginar que se sitúa. El Japeo, río que pasa por Arrielo es una corriente trasunto, o fantasma de otro río famoso, el Leteo, el río del olvido, que es a lo que sus personajes no están condenados, siempre vuelven al final, incluso sus fantasmas.

Sus personajes están tan lejos del espacio y del tiempo, que hasta la geografía imaginada que los rodea, solo es capaz de llegar un circo, algo inesperado, con hombres de dos cabezas o mujeres barbudas, un circo, el poseedor de toda la magia.

Solo en Arrielo, cada personaje puede vivir su vida, su existencia, lejos de todos y tan violentamente cerca a la vez. Es una narración densa, interior, con escasas concesiones al diálogo, si acaso, el diálogo es el que libran los personajes con sus propios sueños, por eso “Bienalados” en mi opinión, es también una novela traspasada por el onirismo.

La estructura de la novela narra la historia en dos, o a veces en tres mundos adyacentes, que a menudo pueden inducir a errores de interpretación por parte del lector menos atento.

También y por último, intenta Fátima en su “Bienalados”, innovar o traer al espacio en blanco, términos desusados, incluso inventados por ella misma.

En definitiva una narración que se lee no en un tirón, pero sí en dos, pues a cada capítulo leído, apetece volver a alguno más atrás, para releer párrafos de tanta fantasía como:

…Desde su hombro izquierdo, se agarró a uno de los rizos de su cabellera hasta deslizarse al interior de su oído izquierdo. Una vez allí, tomó asiento y descansó, exhausto y abrigado…”

Bienalados” un libro muy recomendable para leer en todo tiempo.

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