La taberna

He terminado de leer La taberna de Émile Zola. He de confesar que no me apetecía nada iniciar su lectura, debido a un prejuicio tonto de igualar a Zola con un plomo, pero poco a poco, y ya desde el primer capítulo, me enganchó y no me arrepiento de haber llegado hasta el final. Pido perdón públicamente. Se editó La taberna en 1877 y fue el primer gran éxito de Zola. Con esta, alcanzó la celebridad y a partir de este momento, tan importante en la vida del escritor, otros muchos autores se confesaron discípulos suyos

Zola definió a su novela como «una obra de verdad», una novela hecha sobre el pueblo y en la que se presentan las miserias y los esfuerzos de los habitantes de un arrabal parisino, como tantos otros, por salir de la pobreza desde los estadios más bajos, hasta alcanzar cierto reslumbre, para luego caer en la destrucción a causa del alcohol

En esta novela además de narrar la vida de una mujer atrevida, valiente y emprendedora, también se narran sus debilidades y contradicciones, al caer al final en manos de aquellos de quienes debía huir.

Gervasia, que así se llama la protagonista, cae irremediablemente por segunda vez, en las manos de un vividor, Lantier, que la arrastra, incluso a Coupeau, su marido, a una progresiva y fatal degradación; no sirven de nada las tímidas acciones de su otro enamorado, el herrero Goujet

La taberna se fue publicando en forma de folletín por entregas antes de hacerlo en forma de libro.

Fue una obra consagrada al mundo obrero, Zola escribía en el prefacio, «la primera novela sobre la gente, que no miente y que tiene el olor de la gente».

Zola nos describe la lengua y modales de los obreros de su tiempo, y también nos describe los estragos del alcohol en esa población, por esta razón fue considerada como una obra demasiado cruda, y demasiado real, este realismo es el que consiguió, paradójicamente, su éxito.

Esta novela resulta también una especie de estudio psicológico de las consecuencias del abuso del alcohol

Animo desde aquí a su lectura, pues Zola consiguió y sigue consiguiendo retratar la vida humana y la muerte, a través de la cual nos presenta a Gervasia como a una heroína.

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