Todo parece perdido

Siempre que todo parece perdido, es cuando las cosas comienzan a mejorar, por eso no deberíamos de afligirnos y echar cuenta de que cuando todo esté en lo peor, significará que ya está cerca la solución a nuestros problemas, aunque no hayamos hecho nada especial para salir del apuro. Otra cosa es que nos dé igual, no, tampoco es eso. Algo hay que hacer, al menos consolarnos como mínimo, con aquello de que el enfermo debería de estar contento, pues camina hacia la salud.

También vivimos unos tiempos en los que hay demasiada gente hablando, me refiero a gente que tiene algo que decir, osea a gente a la que se le escucha, a gente de la que esperamos algo, bien porque sean nuestros dirigentes o bien porque sean nuestros líderes.

Desgraciadamente todo parece perdido y esta vez sí que de verdad, porque tenemos demasiada gente que habla mal porque no piensa, o si lo hace, lo hace deprisa y sin reflexionar. Siendo que la expresión, lo que se dice, es el resultado del pensamiento, está claro que primero habrá que pensar y después hablar. Pues no señor, se habla al parecer primero, y después se piensa. Resultado: gran parte de lo que hoy en día nos dicen, es una mierda.

Lo curioso de la situación no obstante, es que nos encontramos a mucha gente que presume de tener la solución y acto seguido se dispone a lanzárnosla, y nos la lanza sin que medie el permiso. No se puede pensar después de haber hablado. No se puede dibujar bien sin dibujar, de la misma manera que no se puede pintar bien sin pintar. Pues todo esto que parece de pero grullo, no lo tienen en cuenta muchos de aquellos a quienes escuchamos.

Es lo mismo que cuando sabemos lo que queremos escribir pero no sabemos cómo, es una mala costumbre, pues también como dibujar o pintar u otras muchas cosas, para escribir bien, lo único que hay que hacer es escribir.

Es como el chiste aquel de un señor que compró un loro que fuera parlanchin, y al paso de los días le preguntaron si hablaba, y contestó: no, pero se fija mucho. Pues eso, hay que fijarse mucho y pensar antes de hablar. Así están las «redes sociales», tan llenas de lo que están. No puedo decir menos de mejor manera, y si no véase cuando se conecta el ventilador en estas redes, hasta a dónde salpica la nieve, por no decir otra cosa.

También nos encontramos con gente que dice que piensa deprisa, pero se le notan en este caso los tropezones, pues por lo general se va pisando las palabras y los discursos que había dicho antes sin pensar.

Pensar deprisa es lo que hacen los políticos por lo general, ¿o lo hacen después de hablar tras ver el efecto de sus palabras?

 

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