Una vía de agua se tragó en pocos minutos al pesquero. Su radiobaliza anunciaba poco antes del hundimiento la señal de socorro y la situación, a unas siete millas y media de la costa al nordeste de cabo Ortegal, el de los afilados peñascos como colmillos. En la rutina de la noche, con ojos abotargados por el sueño y barba de varios días, se […]