Para subir a la falsa, por lo de aparente, ilusoria, quimérica, imaginaria, destartalada ascensión que había de hacerse hasta la buhardilla, que a partir de ahora en sentido familiar seguiremos llamando falsa, había que acceder desde la cocina a través de una puerta sobre elevada algo así como sesenta centímetros por encima del nivel del pavimento. Era una puerta pintada de color aproximadamente marrón […]