Si hubiera querido hubiese podido entrar fácilmente. La gran puerta de cochera estaba entreabierta, dejando en precario la ya de por sí escasa seguridad que ofrecía. Después de atravesarla se accedía a un espacio de fresca sombra en verano, o cálido refugio en invierno en el que los ancianos se sentaban a charlar y recordar viejas historias. Ahora, pasado todo ese tiempo, un perro […]