El secreto

Hace dos meses terminé de leer El secreto, una novela de William Wilkie Collins y he de confesar que cuando tuve el libro entre las manos, mi primera reacción fue la de quien prevee que está ante un plomazo de novela victoriana, entendiendo como tal a aquella que se escribió entre 1837 y 1901 y Collins escribió durante ese periodo. Me equivoqué.

La acción se localiza principalmente en Torre Portghenna, una mansión de la familia Treverton, situada en Cornualles. Es posible que las descripciones de los paisajes que aparecen en la novela estén, desde mi punto de vista, influenciadas por las escenas del pintor William Collins, padre del escritor. En todo caso no cabe duda de que el futuro novelista ya desde la cuna estuvo alimentado por el arte y en consecuencia rodeado de un ambiente sensible. Su padrino fue el artista plástico David Wilkie de quién tomó su segundo nombre.

Se trata de una novela que como otras, ha venido a dar fama a su autor y a considerarle como a uno de los creadores de la novela policíaca. En El secreto se narra la acción caracterizándola con una atmósfera impregnada, además, por una aureola de misterio y fantasía. El suspense melodramático y un relato minucioso hizo que no dejara de leerlo hasta el final, en un tiempo casi record, y que me costara dejar la lectura de este libro. La perspectiva de la novela vista desde hoy, nos transporta a una época densa y opresiva, plúmbea a veces como las conversaciones de Mr. Phippen, no obstante el pulido lenguaje y la educación que se aprecia en todos los personajes, aún en el vocabulario del impertinente Schrowl resultan atrayentes por el estilo.

El secreto es una investigación alrededor de un misterio escrupulosamente guardado en la Torre de Portghenna, de la que la doncella Sarah Lesson huye el día del fallecimieto de su señora. Quince años después, la existencia de un secreto llega a conocimiento de Rosamond, la nueva heredera y señora de Portghenna, que se empeña en descubrirlo. En la novela aparecen personajes extraordinarios, como la misma Sarah, cuyos infortunios parecen no acabar nunca; la fuerte y decidida Rosamon y Leny, su paciente marido ciego; el plúmbeo Mr. Phippen, o el extravagante y misántropo Andrew Treverton; su impertinente criado Schrowl; o tantos otros. Se observa en la novela la sumisión de la mujer al marido como era costumbre en época victoriana.

En cuanto a la estructura, la novela viene dividida en seis libros, seguramente debido a que The dead secret, título original con que hizo su primera aparición ante los lectores por entregas semanales, ya que una vez que se terminó se imprimió en dos volúmenes. Cuando se acabó la edición salió ya dividia en estos seis libros.

En cuanto a la narrativa, la historia aparece ante el lector de una manera lineal, aunque hay algunas alteraciones en el nudo ya que se cuenta a veces el resultado anteponiéndolo a la causa, pero es necesario para mantener un efecto sedante

El secreto es un ejemplo de literatura del estilo más característico de Collins con el que intentó mantener su valor comercial en un competitivo mercado editorial victoriano. Esta novela editada en 1861 corresponde a la época de la década de éxito de Collins en la que combinaba, denuncia social y críticas, a una ley que se aplicaba en aquella época a los hijos de padres no casados.

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